Llegamos a la playa y colocamos las
toallas, una a lado de la otra, no había mucha gente en la playa,
nos quitamos la ropa y nos metimos en el agua. Estaba fría , pero
daba igual. Estábamos dentro, relajadas, Patt estaba rara, le pasaba
algo, se le notaba en su preciosa cara.
- ¿Que te pasa cielo? - le pregunté.
- ¿Porque no me deseas? - me
respondió, con tristeza en su mirada.
- Pues claro que te deseo, eres lo que
más deseo en este momento, si eres genial, preciosa – le respondí,
cogiéndola de las manos y colocándolas sobre mi pecho - ¿Notas que
late mi corazón? Es por tu cielo.
Me dio un abrazo. Tenía lágrimas en
los ojos, le cogí la cara, le quite las lágrimas con mis dedos y la
besé en los labios.
- ¿Tú me deseas? - le pregunté.
- Más de lo que te imaginas, nunca
había sentido esto por nadie, eres la mejor enana – me respondió
con esa sonrisa que tanto me gusta.
Enana, me había llamado enana, me
encanta sin duda me había enamorado de ella, no sé como, ni cuando,
pero era algo especial lo que sentía por Patt.
Le di otro beso en los labios, acercó
su boca a mi oído.
- Te quiero Mi niña – me susurro.
- Yo más preciosa – respondí,
acerque mis labios a su cuello y empecé a besarlo a comérmelo.
Paré y salimos del agua, nos tumbamos
sobre las toallas, puso su cabeza sobre mi hombre, yo pasé mi brazo
alrededor de su cuello y así nos quedemos hasta la hora de comer,
con Maldita Nerea de fondo y abrazadas.
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