Entre
en mi habitación. Patt estaba con el móvil me vio tan feliz y me
preguntó:
- ¿Que te han dicho que vienes tan feliz?
- Nada nada.
- Algo te han dicho, no me mientas.
Me tendí a su lado y la abracé muy fuerte, después le di un beso en los labios.
- Elisa ¿que pasa?
- Que te quiero mucho.
- Venga dime lo que pasa.
- Te he dicho que nada, ¿no confías en mi?
- Si, si confío en ti.
- Gracias cielo, voy a ver si esta ya la pasta, ¿quieres comer aquí o en la cocina?
- Prefiero en la cocina, me visto y ahora voy.
Salí de la habitación, pero antes le di un beso en los labios, necesitaba saborearla.
Llegué a la cocina y la pasta ya estaba escurriendo en el colador, la saqué y la preparé a mi manera, la puse en dos platos y lo coloqué todo encima de la mesa, Patt llegó al instante, Mireia y mi madre ya estaban en el salón cuando entró Patt a la cocina, se sentó y yo a su lado. Pinchó un macarrón y se lo llevó a la boca, era tan sexy comiendo, me miró y me sonrió.
- Esto está buenísimo cariño.
Me acerqué a su oído.
- Tan buena como tú - le susurre, después le mordí la oreja.
- Ay cielo, que duele.
- Pero te encanta, que lo sé.
- Si me encanta - dijo, con una sonrisa tonta en la cara.
- Venga te dejo comer, que me ha quedado la pasta muy buena.
- No sabia que cocinaras tan bien - dijo Patt.
- Hay cosas de mi que aun no sabes - respondí, haciéndome la interesante.
- Uh, ¿ que escondes?
- Yo nada.
- ¿Que te han dicho que vienes tan feliz?
- Nada nada.
- Algo te han dicho, no me mientas.
Me tendí a su lado y la abracé muy fuerte, después le di un beso en los labios.
- Elisa ¿que pasa?
- Que te quiero mucho.
- Venga dime lo que pasa.
- Te he dicho que nada, ¿no confías en mi?
- Si, si confío en ti.
- Gracias cielo, voy a ver si esta ya la pasta, ¿quieres comer aquí o en la cocina?
- Prefiero en la cocina, me visto y ahora voy.
Salí de la habitación, pero antes le di un beso en los labios, necesitaba saborearla.
Llegué a la cocina y la pasta ya estaba escurriendo en el colador, la saqué y la preparé a mi manera, la puse en dos platos y lo coloqué todo encima de la mesa, Patt llegó al instante, Mireia y mi madre ya estaban en el salón cuando entró Patt a la cocina, se sentó y yo a su lado. Pinchó un macarrón y se lo llevó a la boca, era tan sexy comiendo, me miró y me sonrió.
- Esto está buenísimo cariño.
Me acerqué a su oído.
- Tan buena como tú - le susurre, después le mordí la oreja.
- Ay cielo, que duele.
- Pero te encanta, que lo sé.
- Si me encanta - dijo, con una sonrisa tonta en la cara.
- Venga te dejo comer, que me ha quedado la pasta muy buena.
- No sabia que cocinaras tan bien - dijo Patt.
- Hay cosas de mi que aun no sabes - respondí, haciéndome la interesante.
- Uh, ¿ que escondes?
- Yo nada.
-
Acabamos de comer y fregué los platos mientras Patt se comía una
manzana.
- Bueno cielo, ahora vamos a ver la peli ¿no? -
dijo Patt
- Claro, ¿quieres palomitas o algo para la peli?
-
¿Tienes chocolate?
- Creo que si, espera que miro.
Me
acerqué a la despensa y miré por todos lados hasta que encontré el
chocolate, había de almendras y normal, lo saqué junto con una
bolsa de patatas y otra de palomitas.
- Mira, ¿montamos
una fiesta? - dije mientras aparecía cargada con todas las cosas.
-
No hace falta nada de eso para montarnos una fiesta tu y yo - me
contestó Patt, mientras se acercaba y metía sus manos bajo mi
camiseta y me besaba.
- Para, ahora en la habitación, que
nos puede ver mi madre.
- ¿Y que pasa si nos ve? - dijo
mientras me intentaba besar otra vez.
- Nada nada - dije yo
- tira para la habitación que ahora voy yo, anda.
- A sus
ordenes capitana de mi corazón - me contestó, mientras se
marchaba, con eso movimiento de culo que me ponía tanto. Puse las
palomitas en el microondas. Cogí una bandeja y coloqué dos vasos
con refresco y un bol con patatas y otro con palomitas, junto al chocolate. Lo cogí con cuidado de no derramar los vasos. Le pegué
una patada a la puerta, porque Patt la había cerrado, al instante
abrió, coloqué la bandeja en una silla y me tendí junto a
Patt.
- Sabes pequeña - empezó diciendo - nunca me
hubiera imaginado el día que nos conocimos que podría llegar a
quererte tanto - me confesó.
-
Bueno yo tampoco lo hubiera imaginado que podrías llegar a quererme,
eres demasiado para mi, pero que sepas que yo te quiero un montón
más.
-
Anda pequeña si eres amor y no porque yo te quiero mucho más - me
dijo, empezó a besarme, muy lentamente, bajó de la boca la barbilla
y así pasó al cuello.
- Para cielo, que me estoy poniendo tonta.
- Eso es lo que quieres - contesté, casi sin voz.
- Si, es lo que quiero.
Me coloqué encima de ella y mis manos se colaron por debajo de su camiseta, mientras la besaba por la frente, la nariz, hasta llegar a los labios…
- Bueno cielo, vamos a ver ya la peli - dije yo, mientras terminaba de vestirme.
- Si, yo quiero verla - contesto Patt, ya tendida en la cama - Pero ven, que necesito que me abraces.
- Ya voy, impaciente.
Me tendí junto a ella y la rodee por la cintura con los brazos. Puse la película, mientras comíamos palomitas y chocolate que había en la bandeja que había traído.
Término la película y Patt se había vuelto a quedar dormida. No se como se pudo quedar dormida, con lo que le gustaba la película, estaría cansada, muchos días durmiendo poco y con mucho cansancio acomulado. Decidí quedarme yo también dormida y cerré el los ojos.
- Para cielo, que me estoy poniendo tonta.
- Eso es lo que quieres - contesté, casi sin voz.
- Si, es lo que quiero.
Me coloqué encima de ella y mis manos se colaron por debajo de su camiseta, mientras la besaba por la frente, la nariz, hasta llegar a los labios…
- Bueno cielo, vamos a ver ya la peli - dije yo, mientras terminaba de vestirme.
- Si, yo quiero verla - contesto Patt, ya tendida en la cama - Pero ven, que necesito que me abraces.
- Ya voy, impaciente.
Me tendí junto a ella y la rodee por la cintura con los brazos. Puse la película, mientras comíamos palomitas y chocolate que había en la bandeja que había traído.
Término la película y Patt se había vuelto a quedar dormida. No se como se pudo quedar dormida, con lo que le gustaba la película, estaría cansada, muchos días durmiendo poco y con mucho cansancio acomulado. Decidí quedarme yo también dormida y cerré el los ojos.