lunes, 11 de noviembre de 2013

Capítulo 23

Capítulo 23: Era tarde, se acercaba la noche y yo tenia hambre y Patt creo que también. Se nos había pasado la tarde volando. Por la ventana del salón se veía que había anochecido.
- ¿Os parece si os invito a comer? - nos preguntó mi madre.
- No te molestes Amelia, invito yo - dijo Mireia.
- Que no es ninguna molestia, me encantaría invitaros.
- ¿Y vosotras que decís chicas? - preguntó Mireia.
- A mi me da igual - dije yo.
- Y a mi - dijo Patt.
- Pues como invito yo - dijo mi madre mirando a Mireia - ¿os parece bien un McDonald?
- Siii - dijimos Patt y yo al unisono.
- Y tú Mireia, ¿que me dices?
- Me parece bien.
- Voy a avistar a Cristina a ver si quiere venir, ahora vuelvo.
Mi madre desapareció por el pasillo y Patt se puso un poco sería, creo que lo iba a hacer.
- Mamá, tengo que confesarte algo dijo Patt muy seria.
- Que pasa hija, no me asustes.
- Soy bisexual y Elisa es mi novia - dijo y me dio un beso en los labios. 
Su madre se quedo boquiabierta, eso creo que no se lo esperaba, se puso muy seria de repente y me miró a mi y después a Patt.
- Mamá di algo - dijo Patt, con casi lágrimas en los ojos.
- Que quieres que diga hija, que...me alegro por vosotras - dijo Mireia mientras en su cara se dibujaba una sonrisa - esta chica me gusta, parece muy inteligente y buena persona, transmite confianza y bien estar, ya entiendo porque querías venir a Málaga, ahora todo me cuadra.
Después de aquellas palabras me puse colorada y a Patt se le saltaron las lágrimas, recorrían sus mejillas, me miró y me abrazó, después fue hacia su madre y también la abrazó.
- Gracias mamá, gracias por entenderme, Elisa es una chica increíble, no lo parece es muy inteligente y buena persona, se puede confiar en ella y estoy enamorada de ella - dijo Patt, mientras sus lágrimas le recorrían la cara - es única, la quiero mucho, me a ayudado mucho y me a demostrado que la distancia es lo de menos.
Me puse muy colorada y empecé a llorar, aquellas palabras me habían llegado mucho, era tanto lo que aquella chica significaba para mi, que no sabía como explicarlo, me fui hacía ella y la abracé, después le di un beso, tierno, amable, con todo mi corazón.
- Te quiero Patt - le susurre al oído.
- Yo también te quiero Elisa - me respondió.
Nos volvimos a abrazar, Mireia nos miraba con la lágrimas saltadas también. Mi madre volvió y nos vio a las tres con lágrimas en los ojos y nos preguntó: 
- ¿Que a pasado?
- Que nuestras hijas están juntas y se quieren mucho - dijo Mireia, mientras se secaba las lágrimas con las manos.
- Tanto se nos nota - dijo yo, uniendo mi mano con la de Patt.
- Sí - dijo mi madre - estáis tan unidas, que parece mentira que os llevéis 4 años.
- Mamá la edad es lo de menos, no pasa nada si el amor no es perfecto, siempre y cuando sea honesto - dijo yo.
Patt me miró.
- Esa es nuestra frase pequeña.
- Lo sé.
- Siento interrumpiros, pero es hora de que nos vallamos a cenar, porque yo tengo un poco de hambre - dijo mi madre.
- Vale - dijimos Patt y yo al unísono.
- Mamá ¿Cristina no viene? - pregunté.
- No, dice que no tiene ganas de salir, que ya se hará algo ella.
- Esta niña, parece una monja de clausura.
Todas reímos. Salimos de casa y nos montemos en el coche, dejé que Mireia se subiera delante con mi madre y Patt y yo nos subimos en la parte de atrás.
En el coche había silencio, nadie hablaba, hasta que Mireia rompió el silencio.
- Hija, ¿te parece si nos quedamos una semanilla más? 
- Si mamá, gracias.
- Me gusta Málaga, estoy pensando si nos venimos aquí a vivir.
Todas miremos a Mireia con la boca abierta.
- ¿Lo dices en serio mamá? - dijo Patt.
- Sí, ¿Porque no hacerlo?
- Muchas gracias mamá, no sabes lo feliz que me haces.
- Y a mí - dije yo.
Las tres rieron y yo también. Llegamos al McDonald y entremos.
Tuvimos una cena entretenida, mi madre cada vez se llevaba mejor con Mireia. Terminemos de cenar y yo quería un McFlury, lo compartí con Patt de vuelta a casa, íbamos en el coche.
- ¿Os queréis quedar a dormir en casa? - preguntó mi madre.
- No queremos molestar - dijo Mireia.
- No es ninguna molestia, hay una habitación libre. 
- Venga Mireia - dije yo - así puedo dormir otra vez con Patt.
- Si, por favor mamá - dijo Patt, cogiendome de la mano.
- Pero el pijama lo tenemos en el hotel - dijo Mireia.
- No pasa nada, ahora nos pasamos por el hotel y cojeis las maletas, que ahora os quedáis en mi casa, para que gastaros el dinero en el hotel - dijo mi madre muy sonriente.
- No Amelia, no hace falta, no queremos molestar.
- Te lo digo de verdad, no molestáis, estoy encantada.
- Sí, por favor Mireia.
- Bueno vale - dijo Mireia, dándose por vencida - nos quedamos, pero tendrás que aceptar el dinero que te de.
- No puedo permitir eso, lo hago encantada.
Mi madre se dirigió al hotel, aparcó y subimos a la habitación, a recoger las maletas, mientras Mireia hablaba con recepción para decirlo.
Eran ya cerca de las 12 de la noche, nos dirigíamos por fin hacía casa, otra noche junto a ella, que más podría pedir. Estaba encantada de que Mireia hubiese venido, era una buena mujer y tenía una hija que valía millones, y se llevaba bastante bien con mi madre.
Llegamos a casa, mi madre le enseño la habitación de invitados a Mireia y allí dejo las maletas, yo quería que Patt durmiese conmigo y así fue.
Una noche más durmiendo juntas, me encantaba sentirla tan cerca, abrazada a mí, otro día más que se iba y se acercaba el día en que Patt volviera a su casa, su ciudad. Lo que Mireia dijo de venirse a Málaga a vivir, me dio una gran sorpresa y me sentó muy bien, ojala que nos fuera solo una idea y se hiciera realidad.

martes, 29 de octubre de 2013

Capítulo 22


Llegamos al centro y lo recorrimos casi entero,después nos fuimos hacia la playa e hicimos lo mismo, íbamos caminando por el paseo marítimo cuando sonó mi móvil.
- Hola mamá – dije.
- Hola Elisa, ¿vienes a comer?
- No sé mamá, ¿qué hay?
- Hay paella, ¿si quieres le dices a Patt que se venga también?
- A Patt y a su madre, que ha venido de sorpresa.
- Ah pues mejor.
- Espera que les pregunto.
Me aparté el móvil del oído y les pregunté.
- ¿Queréis comer paella de mi madre?
- Vale - dijeron las dos a la vez.
- Pues vamos para mi casa.
Me volví a poner el móvil en la oreja.
- Mamá que sí, vamos para casa.
- Vale, adiós.
- Adiós.
Guardé el móvil y nos dirigimos a la parada más cercana, llegamos y el bus vino enseguida, subimos y Patt y Mireia se sentaron en dos asientos libres, yo me quedé de pie.
- Elisa, ¿seguro que no quieres sentarte tú? - me dijo Patt.
- No, estoy acostumbrada a ir de pie – respondí.
- Eres cabezota eh – me dijo con una sonrisa.
- Mucho – respondí yo.
Tenía ganas de besarla, pero no podía estando su madre delante, me encantaría que se lo dijera, que pudiera besarla sin miedo a que nos pillen, abrazarla por detrás de sorpresa, unirnos en una, me encanta ella, pero estando su madre somos amigas.
Nos bajemos del bus y caminemos hacia mi casa, cuando llegamos mi madre nos abrió.
- Mamá esta es Mireia la madre de Patt, Mireia esta es mi madre Amelia – dije yo.
- Encantada - dijo mi madre. Y se dieron dos besos.
- Igualmente – dijo Mireia.
Puse la mesa y nos sentemos, yo me senté junto a Patt y mi madre a lado de Mireia, mientras comíamos mi madre y Mireia hablaban.
- ¿Cómo que ha venido a Málaga? - preguntó mi madre.
- Pues que estaba en el trabajo y me dije, ¿y porque no me voy unos días de vacaciones?, hice la - maleta y cogí el primer tren que venía hacia Málaga – explico Mireia.
- ¿Y has cerrado la papelería? - volvió a preguntar mi madre.
- Sí, unos días – respondió Mireia.
- Aquí haría falta una papelería, mamá montemos una papelería – dije yo.
- Pues no creas que no lo e pensando hija, así sacaríamos un dinero extra – dijo mi madre.
Terminamos de comer y mi madre hizo café para ella y para Mireia, yo y Patt nos fuimos hacía mi cuerto.
- ¿Patt porque no le cuentas a tu madre que estas conmigo? - le pregunté.
- Es difícil cielo, no sé como le sentará.
- Mira a la mía le sentó bien, ¿a la tuya porque le iba a sentar mal?
- Mi madre es rara y lo sabes, pero se lo voy a contar.
- Bien cariño, así podré besarte cuando quiera sin miedo a que nos pillen – le dije con una sonrisa.
Me empezó a besar, echándome hacia tras en la cama, quedando ella sobre mi en la cama, no quería que parara, me besaba por el cuello, las mejillas, la frente. Mi madre pegó en la puerta y abrió, rápidamente nos separamos y mi madre pasó.
- ¿Patt quieres café? - preguntó mi madre.
- Vale, vamos ahora vamos – respondió Patt.
Mi madre salió del cuerto.
Venga vamos pequeña, que luego se lo digo a mi madre – dijo Patt.
Vale, la mía ya lo sabe así que no importa si nos ve – dije.
Salimos de mi habitación y volvimos a la cocina. Allí estaba Mireia y mi madre hablando muy tranquilamente, como si de dos amigas de toda la vida se tratara, estaban muy sonrientes.
Hacía tiempo que no veía a mi madre tan feliz, tan sonriente, me encanta verla así. Todo parecía ir bien, ya no había secreto entre nosotras y así todo iría mejor en mi vida.
Nos sentamos y mi madre le puso un café a Patt con un poco de leche y azúcar, yo tomé un zumo. Nos tiremos allí sentadas casi toda la tarde, hablando sobre muchas cosas, conociéndonos. Patt y yo estábamos felices juntas, no quería que se fuera, mi cabeza estaba buscando la forma de que Patt se quedara, pero era difícil, porque no se si ella quería quedarse junto a mi o volver a su casa, a su vida, su mundo.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Capítulo 21

Otra mañana más junto ha aquella belleza. Me desperté y miré a Patt, aun dormía, empecé a besarle la mejilla y ella se despertó, me miró a los ojos y empezó a besarme, lentamente, sin prisa.
- Patt ¿vamos a la ducha? - le pregunté.
- Vale.
Nos levantemos y nos fuimos al cuarto de baño, entremos las dos, empecé a besarla, mientras su ropa desaparecía, después la mía, seguía besándola, llenándole el cuerpo de besos, nos metimos en la ducha y abrí el grifo de agua caliente, seguía besándola, pequeños besos, llegué al pezón, empecé a besarlo, a chuparlo, hasta ponerlo erecto, después me fui al otro e hice lo mismo, su cuerpo junto al mio, cogió mi sexo y empezó a tocármelo, me empezó a introducir los dedos, poco a poco, sin prisa, iba subiendo la velocidad poco a poco, yo gemía de placer, mientras le besaba el pecho, hasta que... Sacó sus dedos y los puso sobre mi boca, yo los chupé, después fui yo la que cogí su sexo e hice lo mismo, darnos placer era lo mejor, unirnos en una, sentirla, besarla, eso era el paraíso. Después de eso, de sentirla dentro de mi, nos duchemos. Cuando acabemos, salimos de la ducha y nos fuimos a vestirnos, mientras nos vestíamos a Patt le sonó el teléfono.
- ¿Quién sera a estas horas? - dijo en voz alta.
- No sé, pero contesta, a ver si es importante.
Patt cogió su móvil y contesto.
- Elisa, es mi madre, que está aquí en Málaga, esta mujer esta loca.
- Ala ¿y que hace aquí?
- No lo sé, pero quiere que valla a recogerla a la estación ¿Me acompañas?
- Pues claro.
Cuando ya estábamos vestidas, bajemos a la calle y nos dirigimos a la estación a recoger a la madre de Patt. Íbamos caminando cogidas de la mano, llegamos a la estación y Patt se paró en la entrada.
- Elisa, mi madre no sabe que soy bisexual, por favor no digas nada, ya se lo diré yo cuando sea el momento, es que no sé como le va a sentar - me dijo Patt muy seria.
- No pasa nada cariño, yo no digo nada - dije yo, sonriendo.
- Gracias mi niña - me dijo y me dio un beso en la frente.
Entramos a la estación y enseguida Patt vio a su madre y salio corriendo hacia ella, yo empecé a andar deprisa hacia donde estaban, llegue y estaban abrazadas y casi llorando.
- Bueno mamá te presento, esta es Elisa, Elisa Mireia, Mireia Elisa.
- Encantada señora - dije yo, dándole dos besos.
- Igualmente y por favor no me llames Señora, me puedes llamar Mireia.
- Pues bueno encantada Mireia, ¿así mejor?
La madre de Patt me sonrió.
- Sí, mejor, gracias.
- Y bueno mamá, ¿has reservado habitación en mi hotel?
- Pues no la verdad, porque he cogido la maleta y el primer vuelo que venia hacia aquí, así que no me a dado tiempo a reservar nada, ¿pero tu habitación no tenia cama grande?
- Sí, por eso te lo decía, porque mi cama es grande y podemos dormir las dos.
- Yo las observaba sonriendo.
- Vale. ¿Vamos al hotel y suelto la maleta? - dijo Mireia, sonriendo.
- Vale mamá - dijo Patt.
Salimos de la estación y nos pusimos a andar en dirección al hotel. Por el camino Patt y Mireia dialogaban, pero yo no me enteraba de lo que estaban hablando, estaba en mi mundo. Llegamos al hotel y subimos a la habitación, Patt y Mireia pasaron y después entre yo. Después de que estuvieran un rato hablando decidimos dar una vuelta por el centro para que Mireia lo viera. Así hicimos, salimos del hotel y fuimos hacia el centro.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Capítulo 20

Estábamos sentada en el sofá, mientras mi madre veía la televisión, apagué la televisión, miré a mi madre.
- Mamá, te tengo que contar algo - le dije.
- ¿Qué pasa hija?, me estas asustando - me respondió.
Miré a Patt a los ojos y me asintió con la cabeza.
- Mamá, soy bisexual - le dije, decidida - espero que me trates igual que antes.
Mi madre se levantó y vino hacía mí.
- Pero hija, si no pasa nada - me dijo, me levanté y le di un abrazo.
- Gracias mamá, gracias por entenderme - le dije, con lágrimas en los ojos.
- Gracias a ti hija, por contármelo - me respondió, mientras me secaba las lágrimas de los ojos - entonces tú y ella, ¿estáis juntas?
- No, bueno es algo raro - respondí, frotándome la cabeza por detrás.
- Bueno vosotras ve reís lo que hacéis - me respondió.
- Bueno mamá, nos vamos al hotel, Patt se quiere duchar y eso, ¿me dejas dormir allí?
- Vale, mientras no la líes.
- Gracias mamá - le dije, le di un beso en la mejilla.
Patt nos había estado observando, con una sonrisa en la cara, nos fuimos hacía el cuarto. Cogí mi mochila y metí ropa limpia y una muda, Patt cogió su bolso y salimos de mi cuarto en dirección al salón, nos despedimos de mi madre y salimos hacia la parada del bus. Lleguemos a la parada y nos sentamos a esperar al bus.
Cuando llegó nos subimos, y solo quedaba un sitio libre atrás, no fuimos hacía él y dejé que Patt se sentara, yo me quedé junto a ella de pie.
- Patt te doy gracias por venir a verme - le dije.
- Gracias a ti, por hacerme pasar estos tres días geniales, me han encantado y más pasarlos a tu lado, eso a sido lo mejor, llevo mucho tiempo esperando esta semana, que será inolvidable - me respondió.
Se me saltó una lágrima y Patt me abrazó.
- Pero no llores Mi niña - me dijo, mientras me secaba la lágrima.
- Es que eres genial Patt, Te quiero - le dije yo y le di un beso en los labios.
- Yo también Te quiero preciosa.
Nos bajemos del bus y fuimos hacia el hotel, cuando lleguemos, subimos a la habitación, Patt se metió en la ducha y yo me quedé tendida en la cama, mirando al techo, con las manos por detrás de la cabeza.
Quién me iba a decir a mi que me iba a enamorar y más de una chica, pero esa chica era especial, única, cariñosa, amable, comprensiva y lo más importante, creo que ella también esta enamorada de mi, yo lo siento, se le nota, eso es lo que más me gusta, es transparente, es que, estoy enamorada, es algo muy fuerte lo que siento por ella y cada día crecía más.
- ¿Elisa? - me dijo Patt, que ya había salido de la ducha - Elisa, ¿estas bien?
- Sí si, estaba pensando - le dije.
- ¿Y que pensabas?
- En qué eres genial, que te adoro, me encantas - dije, mientras me levantaba de la cama y me acercaba a ella.
- Gracias Mi niña, tú si que eres genial - me respondió.
Patt se vistió y bajemos a cenar al restaurante del hotel, una cena rápida, volvimos a subir a la habitación y me eche en la cama, estaba cansada, me puse cómoda y Patt también, nos metimos en la cama y me abracé a ella por detrás.
- Buenas Noches, princesa - le susurre al oído.
- Buenas Noches, Mi niña - me respondió ella.
Y así, se fue otro día juntas, ya eran 4 los que estábamos juntas, los 4 mejores días de mi vida.

Capítulo 19


Era ya la hora de comer, salí de mi habitación y me fui a la cocina, mi madre aun no había venido, así me tocaba a mi hacer de comer, volví a la habitación.
- Patt, ¿te parece si comemos ensalada de pasta? - le pregunté desde la puerta.
- Vale, me encanta la pasta.
- ¿Me ayudas?
- Pues claro.
Nos dirigimos hacia la cocina las dos y nos pusimos a hacer la pasta, mientras yo hacia la pasta, Patt picaba las cosas para la ensalada, terminemos las dos de hacer las cosas y las echemos en un bol grande y nos lo comimos allí, cuando terminemos, mi madre llegó y se puso a hablar con nosotras.
- Oye Patt ¿Hasta cuando te quedas en Málaga? - preguntó mi madre.
- Pues hasta el Domingo por la noche - respondió Patt.
- Ah va, entonces es una semana lo que te quedas aquí ¿no?
- Sí, me encantaría quedarme más pero tengo que ayudar a mi madre con su tienda.
- Ah ¿tienes una tienda? ¿De que?
- Pues es una papelería.
- Anda, pues es una buena tienda.
- Sí, nos va bastante bien.
- ¿Y como que has venido hasta Málaga desde Donosti?
- Pues a conocer a esta enana - dijo mientras me agitaba los pelos de la cabeza.
- ¿Y vienes desde Donosti hasta Málaga solo para conocer a mi hija? - dijo mi madre, asombrada.
- Claro, y esta mereciendo la pena este viaje, Málaga es precioso y su hija más - me dijo, dándome un beso en la mejilla yo me puse colorada.
- Sí, tienes toda la razón -dijo mi madre.
- Bueno mamá, nos volvemos al cuarto, si quieres algo, ya sabes.
Nos levantemos y metido el bol, los tenedores y los vasos en el fregadero y nos fuimos a mi habitación, Patt estaba cansada y se echo un rato en mi cama mientras yo recojia un poco y limpiaba. De repente Patt se despertó, asustada, me acerqué a ella.
- Patt cariño, ¿Que te pasa? - le dije, sentado me junto a ella.
- Eh creo que e tenido una pesadilla y me e asustado mucho - me dijo.
- ¿Y que pasaba en la pesadilla?
- Estábamos tu y yo aquí sobre la cama, apunto de hacerlo, desnudas y de repente entra tu madre, sin llamar ni nada, y se nos queda mirando con la boca abierta, me e asustado mucho, a cerrado corriendo y desde detrás a dijo que nos vistiéramos y lo hicimos, tu abriste la puerta y tu madre entró y tu le contabas que eras bisexual y eso y ahí me e despertado - me relató.
Yo la miré asombrada y la abracé.
- No te preocupes, si antes o después se tendrá que enterar, estoy pensando en contárselo hoy, ¿Me compañas? - le dijo.
Me miró asombrada,
- ¿Se lo vas a decir? - me preguntó.
- Sí, creo que estoy preparada -dije yo, convencida de lo que iba a hacer.
- Tienes mucho valor, cielo, pero yo voy a estar a tu lado para apoyarte - me dijo ella.
Nos fuimos al salón y nos sentamos en el sofá.

Capítulo 18


Pegaron en la puerta, me desperté y fui a abrir, era mi madre que se iba a trabajar.
- Elisa me voy a trabajas, hoy tienes que limpiar tu habitación y el salón ¿vale? - me dijo.
- Vale – respondí yo, aun un poco dormida.
Volví a cerrar y me fui hacía la cama, me tendí sobre Patt.
- Buenos Días mi amor – le susurre al oído y le di un beso en el cuello.
- Buenos Días mi niña – me respondió – así da gusto despertarse ¿sabes?
- Claro que lo sé, por eso lo hago.
Me levanté y me fui a vestirme.
- Patt hoy nos quedamos a mi casa ¿te importa?, es que tengo que limpiar – le dije.
- Bueno vale, ¿si quieres te ayudo? - me respondió ella mientras se levantaba de la cama.
- No hace falta cariño, las invitadas no limpian – le dije, mientras ella se vestía.
- Bueno vale - me respondió.
Cuando ya estábamos listas, salimos de la habitación y nos fuimos a la cocina, puse unas tostadas.
- Patt ¿Que quieres para desayunar? - le pregunté.
- Pues con un café, voy bien.
- No venga, algo de comer, que tenemos que coger fuerzas, ya sabes - me acerqué a ella y la besé en los labios.
- Bueno si insistes, unas tostadas con mm, no sé, lo que me quieras poner - me dijo, dándome un beso en los labios.
- ¿Te gusta la mermelada de frambuesa? - le pregunté.
- Venga frambuesa, me gusta.
Terminé de hacer el desayuno y nos lo comimos en el salón, mi hermana aún no se había levantada. Después de desayunar fregué los platos y me puse a limpiar, Patt estaba tendida en el sofá, yo tenia puesta la radio, y ella me cantaba las canciones, cantaba tan bien, me encanta su voz. No tardé mucho en limpiar, apenas una media hora, cuando terminé, mi hermana se había levantado por el ruido de la radio, Patt y yo nos fuimos a mi habitación y mi hermana se quedó en el salón.
Estábamos en mi habitación, ella sentada sobre la cama y yo en la silla del escritorio.
- Elisa tu tocabas la guitarra ¿No? - me preguntó de pronto.
- Si, bueno, llevo poco, pero algo se - le respondí, con una media sonrisa.
- Y ¿porque no me tocas algo?
- No sé, me da vergüenza - le dije mientras le retiraba la mirada, avergonzada.
- Venga, si seguro que lo haces genial.
- Bueno vale, pero que se poco eh, no te rías.
Cogí la guitarra y la coloqué sobre mi pierna, empecé a tocarla, las manos se me iban, empecé a tocar y a cantar mi canción preferida.
"Con trocitos, de lo verde del jardín,
hace enteras las mitades,
y las pega para mi...."
Empecemos a cantarla juntas, pero su voz era más bonita que la mía, así que la dejé a ella sola que cantara, yo solo tocaba la guitarra, cuando terminamos, se lanzó sobre mi y me abrazó.
- Me encanta esta canción mi niña - me dijo.
- Lo sé, y es mi canción preferida, por eso la he tocado - le respondí, dándole un beso en los labios.
Y así, yo tocando la guitarra y Patt cantando, pasemos el resto de la mañana.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Capítulo 17



Seguimos allí, desnudas, mojadas, abrazadas, no quería separarme de ella. Patt se levantó y me tiro del brazo.
- Ven, vamos a la ducha – me dijo.
- Vale, pero ten cuidado, que me vas a arrancar el brazo – respondí mientras me levantaba.
- Perdón mi niña.
Nos metimos en la ducha y abrí el grifo del agua fría y me metí debajo, Patt me miraba y de pronto acercó su cuerpo al mio, me agarró por la cintura y empezó a besarme.
- Quiero más Elisa - me dijo entre beso y beso.
- Patt, ya es tarde, tengo que volver a casa, mañana ¿vale? ¿Tanta bulla tiene?
- Si, si quieres, esta noche dormimos en mi casa ¿Te apetece?
- Vale - me respondió y me dio un beso en los labios.
Nos terminemos de duchar, nos dirigimos a la habitación y nos vestimos, salimos de la habitación cogidas por la cintura y nos dirigimos hacia la parada, nos subimos en el bus y nos sentemos en dos sitios libres que había. Ya casi habíamos llegado cuando sonó mi móvil, era mi madre, ya estaba tardando.
- Mama, ya voy para casa, voy en el bus - le dije, antes de que empezara a hablar ella.
- Vale - me respondió y colgó.
Guarde de nuevo el móvil y nos bajemos del bus, nos dirigimos hacia mi casa, ya no íbamos cogidas de la mano, por miedo a que nos descubrieran, llegamos a la puerta de mi casa y mi madre nos abrió.
- Hola mamá, Patt se va a quedar hoy a dormir en casa ¿La dejas?
- Claro, pero mañana te tienes que quedar en casa ¿Vale? - me preguntó.
- Bueno vale - respondí, sin quejarme.
- Nos fuimos directas a mi cuarto, aun era las 9 y media y ya mismo íbamos a comer
- Elisa, me encanta tu habitación - me dijo.
- A mi me encantas tú - le respondí, dándole un beso en los labios.
- Aiiis que mona eres.
Mis mejillas se pusieron coloradas y ardían, mi sonrisa lo decía todo, estaba enamora de esa chica, no sabia cuando me había pasado, pero estaba segura de ello. Empecé a besarla, la estampe contra mi cama, su camiseta calló al suelo y después la mía, después sus pantalones y abrieron la puerta, pero enseguida la cerraron.
- Mierda, nos han pillado – dije.
Nos vestimos, pasa, era mi hermana.
- Elisa la cena ya esta lista – dijo mi hermana.
- Cris ya es hora de que lo sepas, soy bisexual – le respondí.
- No, si ya lo veo – me dijo, con ironía.
- Por favor, no se lo digas a mamá, no sé como le sentará y si me dejara ver a Patt y me e enamorado de ella ¿Vale? - le dije, con una mirada de tristeza.
- Patt me dio un beso en los labios y mi hermana nos miró con una mirada indiferente.
- Vale, pero me debes una.
- Gracias – le respondí, con una sonrisa.
Salimos las tres de la habitación y nos sentamos en mi salón a cenar, después de comer, Patt y yo nos fuimos a mi habitación y mi hermana se quedó en el salón. Me senté en mi cama y Patt se tiro encima mía y empezó a besarme.
- Patt, a ver si nos vuelven a pillar, para por favor.
- Vale, pero mañana dormimos en el hotel.
- No sé si mi madre me dejara, pero mañana la intento convencer si no me deja.
- Gracias cielo.
- A ti, por venir - le dije y la besé en los labios.
Se apartó de mi y se empezó a quitar la ropa, lentamente, bailando un poco, primero desapareció su camiseta y enseguida sus pantalones.
- Me encanta cariño - le dije mientras me levantaba de la cama.
- Tú a mi más - me respondió ella dándome un beso.
Se quedó en sujetador y braguitas, en mi habitación hacia mucha calor o que nosotras estábamos muy calientes, yo también me quite la ropa y me quede en ropa interior, puse Maldita Nerea en la radio y le eche el pestillo a la puerta, para no llevarnos más sorpresas, cuando me di la vuelta, Patt ya estaba tendida sobre mi cama, me tiré encima suya y empecé a besarla, en los labios, por el cuello, mis braguitas desaparecieron, su sujetador calló al suelo, después el mio y a continuación sus braguitas también cayeron al suelo, empecé a besarle la barriga, a chuparla, poco a poco subía hasta llegar a sus pechos, le di un pequeño mordisco en un pezón, a chuparlo, después en el otro, volví a su boca, necesitaba de ella, seguí besándola, sin prisa, pero sin pausa.
- Elisa, para, estoy cansada, mañana mejor ¿vale? - me dijo, bostezando.
- Joo Patt, si antes querías, ¿Por que ahora no? - le dije.
- Lo siento mi niña, estoy cansada.
- Bueno vale – le respondí – no pasa nada.
Nos vestimos y quite la música, nos tendimos en mi cama, se abrazó a mi espalda, junto su cuerpo con el mio y así nos quedamos dormidas.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Capítulo 16


Era la hora de comer, teníamos hambre de besos, me miró a los ojos y empezó a besarme, primero en la boca y después por el cuello iba bajando.
- Patt para, la gente esta mirando.
- Que más da, te deseo mucho mi amor.
- ¿Tienes hambre? - le pregunté.
- Sí, hambre de ti - me respondió, y seguía besándome.
- Ya Patt, por favor.
- Ves, no me deseas - me respondió, retirándose de mi y sentándose en su toalla con la piernas cruzadas y mirando al horizonte.
- Patt venga, no te enfades, claro que te deseo, pero te lo dije esta mañana, no estoy preparada, no te preocupes que seras la primera - le dije mientras la abrazaba, pero no se dejaba - por favor Patt, no te pongas así, si sabes que te deseo, más que a nada.
- ¿Segura?
- Pues claro que estoy segura - le respondí, besándola en los labios - ¿Volvemos al hotel y comemos?
- Vale - me respondió con una media sonrisa en la cara.
Nos vestimos y recogimos las toallas, nos dirigimos hacia el hotel. Cuando lleguemos subimos directas a la habitación, entremos.
- ¿Te quieres duchar conmigo, Elisa? - me preguntó.
- Vale, pero no se pases eh.
- No no, no te preocupes,yo me controlo.
Nos desnudamos y nos metimos en la ducha, después de ducharnos juntas, nos fuimos a la habitación a vestirnos, mientras Patt terminaba de vestirse, yo pedía la comida a recepción, cuando Patt termino se dirigió a mi y se sentó sobre mi, cogiéndose a mi cuello, empezó a besarme, poco a poco, sin prisa pero sin pausa, primero en la frente, después en la nariz, así fue bajando hasta llegar a mi escote y después volvió a mi boca, llamaron a la puerta y Patt se levantó a abrir, traían la comida.
Nos pusimos a comer en la terraza, cuando terminemos, nos tendimos en la cama, me había quedado con hambre, hambre de sus besos, empecé a besarla, no podía parar, estaba preparada, su camiseta desapareció enseguida, me acerqué a su oído.
- Patt estoy preparada - le susurre al oído.
- Elisa haz me tuya - me respondió. Buscó mi boca con sus labios, empezó a besarme, se puso encima mía y mi camiseta salió volando, después mis pantalones y enseguida los suyos, a continuación su sujetador y después su braguitas, ella me quito las mías, y después me arranco el sujetador de un bocado, empezó a besarme primero los labios, después mis pechos, los lamia con deseo, y fue bajando hasta llegar a mi coño, empezó primero con pequeños besitos y así hasta llegar a lametones, le cogí la cara y la acerqué a mis labios, la quite de encima y la empuje contra la cama y me coloqué yo encima, primero le besaba el cuello hasta llegar a sus pechas, le chupe los pezones y se pusieron erectos, fue bajando hasta llegar a su coño, empecé a comérmelo a besos y a meterle la lengua, después empecé a introducirle mis dedos, y a moverlos para que supiera que estaban dentro, Patt gritaba de placer, yo los movía y los sacaba y metía, lento, poco a poco y después más rápido, ella seguía gritando, su cara lo decía todo, esta disfrutando y mucho, noté como mi mano se mojaba, la saqué y se la restregué por la barriga de Patt después empecé a chuparlo, primero si barriga y después fui subiendo hasta su boca, empecé a besarla, a comérmela, me quitó de encima y saltó sobre mi ahora era ella la que me dominaba, empezó a besarme, lentamente, en los labios, por el cuello, fue bajando, poco a poco, haciéndome disfrutar, era mi primera vez y me encantaba que fuera con ella, seguía besándome bajó hasta mis pechos empezó a besarme los, pero paró y me cogió los pezones con sus dedos empezó a moverlos y yo me ponía más perras aún, la querría ya dentro de mi paró y siguió besándome hasta llegar a mi coño, empezó por meterme la lengua y moverla, me hacía disfrutar y mucho, después apartó su boca para dejar paso a sus dedos, primero introdujo uno, lentitos, para hacerme disfrutar más y después introdujo el otro, empezó a moverlos en todas dirección, yo gemía de placer, ella sonreía al verme, seguía dándome placer, y yo seguía gimiendo hasta que pffff, paró y sacó sus dedos y empezó a chuparlos, después los puso sobre mi boca y empecé a chuparlos también, después lo retiro y dio paso a su boca, empezó a besarme de nuevo, quería más, deseaba más, pero estaba muy cansada, Patt paró y se tendió a mi lado, coloqué mi cabeza sobre su hombre y mi brazo lo pasé por su barriga y me abracé a ella.
- Ahora ya sabes lo que te deseaba - le dije a Patt.
- Perdón por dudar de ti Mi niña, te quiero - me respondió y me dio un beso en la frente.
- Yo también te quiero cariño.
Y así, desnudas y juntas nos quedemos.

Capítulo 15


Llegamos a la playa y colocamos las toallas, una a lado de la otra, no había mucha gente en la playa, nos quitamos la ropa y nos metimos en el agua. Estaba fría , pero daba igual. Estábamos dentro, relajadas, Patt estaba rara, le pasaba algo, se le notaba en su preciosa cara.
- ¿Que te pasa cielo? - le pregunté.
- ¿Porque no me deseas? - me respondió, con tristeza en su mirada.
- Pues claro que te deseo, eres lo que más deseo en este momento, si eres genial, preciosa – le respondí, cogiéndola de las manos y colocándolas sobre mi pecho - ¿Notas que late mi corazón? Es por tu cielo.
Me dio un abrazo. Tenía lágrimas en los ojos, le cogí la cara, le quite las lágrimas con mis dedos y la besé en los labios.
- ¿Tú me deseas? - le pregunté.
- Más de lo que te imaginas, nunca había sentido esto por nadie, eres la mejor enana – me respondió con esa sonrisa que tanto me gusta.
Enana, me había llamado enana, me encanta sin duda me había enamorado de ella, no sé como, ni cuando, pero era algo especial lo que sentía por Patt.
Le di otro beso en los labios, acercó su boca a mi oído.
- Te quiero Mi niña – me susurro.
- Yo más preciosa – respondí, acerque mis labios a su cuello y empecé a besarlo a comérmelo.
Paré y salimos del agua, nos tumbamos sobre las toallas, puso su cabeza sobre mi hombre, yo pasé mi brazo alrededor de su cuello y así nos quedemos hasta la hora de comer, con Maldita Nerea de fondo y abrazadas.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Capítulo 14


Me desperté, Patt aun seguía dormida, me levanté y me fui directa al cuarto de baño, me di una ducha con agua fría, estaba muy caliente, cuando terminé me fui hacia la habitación y empecé a vestirme, Patt se había despertado y me estaba mirando mientras me vestía, pero yo no me daba cuenta, hasta que me volví hacía la cama y la vi allí sentada sobre la cama, con las piernas cruzadas y con una gran sonrisa en la cara.
- ¿Cuanto tiempo llevas observándome? - le pregunté.
- El suficiente para darme cuenta que te deseo mucho - me respondió, se levantó de la cama y se acerco a mi, yo me puse colorada.
Empezó a besarme y me empujo contra la cama, empezó a desnudarme, mi ropa desaparecía poco a poco, la suya también, empezó a besarme por todo el cuerto, la cara, el pecho, la barriga...
- Patt para por favor, no estoy preparada - le dije.
- Que pasa, ¿No me deseas? - me respondió un poco triste.
- Pues claro que te deseo y mucho, pero lo siento, aún no estoy preparada - dijo yo, y le di un pequeño beso en los labios.
Me volví a vestir y ella se fue a la ducha, mientras ella se duchaba, yo me fui hacia la ventana y miré por ella, se veía muchos edificios y al fondo el mar. Patt salió del cuarto de baño.
- ¿Patt te apetece que que vallamos a la playa? - le pregunté.
- Vale, ¿pero traes el bikini? - me pregunto.
- Pues claro, yo vengo preparada.
- Pontelo y ahora nos vamos.
Nos pusimos las dos el bikini, cogimos las toallas y las metimos en mi mochila, nos pusimos rumbo a la playa.

Capítulo 13


Lleguemos al puerto y estuvimos paseando por el muelle uno, después nos dirigimos hacia la playa, paseemos por la orilla, andábamos por la arena, llevando los zapatos en la mano, el agua nos daba cuando rompían las olas y borraba nuestras huellas, recorrimos bastantes kilómetros, cogidas de la mano, paremos y me senté en la arena, se sentó encima mía, no me la esperaba y me caí para atrás quedando tendida sobre la arena, y ella encima mía, empezó a besarme, no quería que parara, aquello me encantaba, tan cerca mía, su cuerpo pegado al mio, sonreí y paró.
- Patt ¿hacia donde va esto? - le pregunté, cuando paró.
- No lo sé, Elisa. Solo se que me encanta estar a tu lado y comerte a besos.
Sonreí y le di un beso en los labios. La miré a los ojos y le dije:
- Te quiero mi Patt.
- Te quiero Mi niña.
Nos volvimos a besar y así nos quedemos mucho tiempo, ella encima mía, juntas, unidas. Nos tuvimos que levantar cuando subió la marea, casi nos mojamos.
- ¡Corre Elisa!, que te mojas - me dijo Patt, tirándome del brazo.
Salimos corriendo, hasta llegar al paseo marítimo. Nos paremos.
- Elisa, ¿nos vamos al hotel? estoy un poco cansada.
- Vale - la abracé por la cintura y nos dirigimos hacia el hotel, ya casi habíamos llegado cuando a Patt se le rompió un zapato.
- Espera Elisa, que se me a roto el zapato.
- Vale, ¿quieres los mios?
- ¿Y tú que te pones?
- Pues voy descalza, si ya casi hemos llegado - dije yo, sonriendo.
Nos sentamos en un banco y me quite los zapatos y se lo entregué a ella, me sonrió y cogió los zapatos, se los puso y me dio un beso en los labios.
- Gracias Elisa, no tendrías porque haberlo hecho.
- Y tú vuelves descalza ¿no?, a demás a mi me gusta andar descalza.
Seguimos andando, cogidas por la cintura, lleguemos al hotel y subimos a la habitación. Primero paso Patt y después yo. Nos tiremos sobre la cama, eran más de las 12, estábamos cansadas. Me levanté y me lave los pies, los traía negros de andar descalza. Volví a la cama y Patt ya se había quedado dormida, empecé a quitarle el vestido lentamente para que no se despertara y le puse el pijama, cuando iba a ponerle la camiseta se despertó y me agarro de la cintura y me empujo contra ella, me caí encima suya, empezó a besarme, no podíamos parar, estábamos tan cansadas que aparemos, ella se terminó de poner su pijama y yo el mio, me metí en la cama y Patt ya estaba dentro, me abracé a ella. Mi brazo sobre si cintura, nuestros dedos entrelazados y mi pierna sobre sus piernas, no quería que se separara de mi, tenerla tan cerca era lo mejor, por fin era feliz, y así me quedé dormida.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Capítulo 12


Ya estábamos fuera, empecemos a andar en dirección al mirador, íbamos medio abrazadas, su mano sobre mi hombre y mi mano alrededor de su cintura, no teníamos prisa, íbamos a un paso normal, cuando lleguemos a la parte de abajo del mirador, me paré, la miré a los ojos y la besé en los labios. Empecemos a subir escalones y después cuestas, hasta llegar al mirador. Una vez allí me acerqué a la baranda, me agarré con fuerza y miré hacia el frente, no me gustaban muchos las alturas y menos desde tan alto, Patt estaba junto a mí, se dio cuenta de lo que me pasaba, me agarro por la cintura y junto su cuerpo con el mio.
- No pasa nada Mi niña, yo te protejo.
Me di la vuelta y la besé en los labios, después le di una abrazo muy fuerte y me volví para contemplar aquel paisaje tan bonito de noche. Se veían las luces de todo el centro y el puerto. Patt seguía pegada a mi, me sentía genial junto a ella. Me volví y fue ella la que me besó. Ahora fue ella la que se pego a la baranda, yo estaba detrás de ella, con mis brazos rodeando su cuerpo, y mi cabeza sobre su hombro, nos quedemos así mucho tiempo, pero junto a ella, el tiempo se me pasaba volando.
- Patt ¿bajamos y damos una vuelta por el puerto y la playa? por la noche esta precioso.
- Vale, aunque más precioso que tu, no hay nada - me respondió, me puse colorada, y le di un beso en el cuello y otro en los labios.
- Tú si que eres preciosa - dije yo.
- Pero antes de irnos, tenemos que sacarnos una foto con este paisaje de fondo.
Saqué mi móvil y nos hicimos la foto, después le pase la foto por Whatsapp y la puse de fondo de pantalla, Patt tenia puesta la que nos hicimos en la parada.
La cogí de la mano, bajemos hasta abajo y nos dirigimos hacia el puerto.

Capítulo 11


Me bajé del bus y fui hacia el hotel, estaba nerviosa, por volver a verla con aquel vestido verde manzana que tanto me gustaba, llegue al hotel y subí a la habitación, pegué en la puerta y Patt me abrió. Cuando me vio salto sobre mi y empezó a besarme alocadamente, ya llevaba el vestido pues, estaba tan guapa, que digo guapa, estaba preciosa, se soltó y me dio un abrazo.
- Elisa, muchas gracias por el vestido, no tendrías que habérmelo comprado - me dijo con una gran sonrisa en la cara, esa sonrisa que tanto me gustaba, esa que la hacía única, especial.
- No tienes porque dármelas, lo hice porque te queda genial, como ya te dije, y porque te quiero mucho - respondí yo. He inmediatamente me volvió a besar y me dijo:
- Y yo a ti mi niña.
De repente me sonroje, me puse muy colorada, las mejillas me ardían, me encanta que me llama mi niña. Ahora fui yo quien la besó.
Pasé a la habitación y Patt se fue al cuarto de baño a peinarse. Cuando salió estaba más mona aun, y eso ya era difícil, se había recogido el pelo en una especie de moño, le quedaba genial con ese vestido. Se acercó a mi y me dijo:
- ¿Te gusta?
- No me gusta... Me encanta.
Y me besó en los labios.
- Bueno pues, ya estoy lista ¿Nos vamos?
- Pues claro.
Me cogió del brazo y salimos de la habitación.
- ¿A donde me vas a llevar a cenar? - me preguntó, muy intrigada.
- ¿Te gustan los kebaps?
- Sí, aunque prefiero unos burritos.
- Bueno entonces vamos a Taco Bell y allí comemos.
Lleguemos a la puerta de Taco Bell y entremos a pedir, cuando recogimos el pedido, nos fuimos a la parte de arriba y nos sentemos al final de la sala, una a lado de la otra, codo con codo. Empecemos a comer y nadie hablaba, hasta que rompí el silencio y dije:
- ¿Quieres subir ahora al mirador? Se ve parte de Málaga y el puerto desde allí arriba, es precioso.
- Sí - respondió.
Tenia un poco de ketchup en la barbilla y cogí una servilleta y se lo limpié, ella me sonrió y yo le sonreí, terminemos de comer y salimos de allí.

Capítulo 10


Lleguemos al hotel, no eran apenas la seis y media de la tarde, no tumbemos en la cama, Patt se abrazó a mi y así nos quedemos dormidas. De repente, sonó mi móvil y nos despertamos, eran las ocho o así, lo cogí.
- Sii? - respondí, aun medio dormida.
- Elisa, porque no has llamado - me dijo una voz.
- Ups mamá, se me olvido, perdona - dije, dándome con la mano en la cabeza.
- Bueno, pero vendrás a casa, ¿O no piensas pisarla hoy?
- Sí, ahora iré - respondí, resignada.
- Vale - respondió mi madre, y colgó.
Mire a Patt y se había vuelto a dormir, le di un beso en la mejilla y me levanté de la cama. Escribí una nota.
"Patt ponte esto que a las 10 te recojo para ir a cenar. Te quiero, Elisa. Pd: espero que te guste."
Le dejé la nota junto a la bolsa con el vestido dentro. Me acerqué a la cama y le volví a besar, esta vez en la frente. Salí de la habitación y me dirigí a la parada, cogí el bus y me fui hacia mi casa. En ella me duche y me puse guapa, con unos pantalones cortos vaqueros, mi camiseta preferida y unas sandalias color marrón.
Cogí el teléfono y llame a Patt.
- Hola preciosa - le dije con una sonrisa de oreja a oreja.
- Hola mi niña, ¿Sabes que estas loca? - me respondió.
- Mmmmmm sí, me lo suelen decir, ¿te gusta mi regalo?
- Me encanta, pero ¿Porque lo has comprado?, valía muy caro.
- Bah Patt, si te queda genial, esta hecho para ti, estas preciosa con él.
- Te quiero mi amor - me dijo.
- Y yo más, princesa - respondí yo.
- Bueno pequeña que me tengo que terminar de arreglar, hoy dormirás conmigo otra vez ¿no? - me preguntó.
- Encanta de pasar otra noche contigo.
- Es que eres la mejor, mi niña, bueno te dejó, que si no, no acabo nunca, a las 10 te espero.
- Si, yo soy puntual -
- Adeu preciosa, te quiero - me dijo, se le notaba feliz.
- Adeu mi amor - respondí con una gran felicidad.
Y colguemos casi a la vez. Cogí la mochila y metí ropa y una muda limpia. La cerré y salí de mi habitación, me despedí de mi madre y salí de mi casa con una gran sonrisa. Fui hacía la parada y me subí al bus.

Capítulo 9


Lleguemos al McDonald's, entremos y nos pusimos en la cola, no había mucha gente, así que no tardemos en pedir, recogimos las comida y subimos a la planta de arriba, nos sentemos en una mesa pegada a la ventana y empecemos a comer.
- Elisa ¿Te apetece que después vallamos de compras? - me dijo, después de masticar el primer bocado a su hamburguesa.
- Vale, aunque no me gusta mucho ir de compras, pero si es contigo si - respondí con una gran sonrisa.
- Que mona estas cuando sonríes, me encantas - me dijo Patt.
Yo me sonroje y le aparte la mirada.
- Aii que se sonroja mi niña - me dijo. Y me dio un beso en la frente. Terminemos de comer y nos dirigimos hacia la salida, cuando salimos Patt me dijo.
- Tú me guías.
La cogí de la mano y la hasta la estación de tren, que es donde hay más tienda de ropa y eso.
Nos recorrimos casi todas la tiendas, Patt se probó muchas cosas, y solo se compró una camiseta, hasta que entremos en una tienda y vio un vestido precioso, era un vestido color verde manzana, mi color preferido, se lo probó y me dijo.
- ¿Te gusta?
- Te queda genial, tía. Estas de escandalo.
Patt se sonrojo y me dio un pequeño beso en los labios, después miró el precio y se le cambio la cara, costaba 40 euros. Se lo quitó, mientras ella se cambiaba, salí de los probadores y me dirigí hacia donde estaba el vestido y cogí uno de la misma talla, se lo compré, sin que ella se diera cuenta, y lo escondí dentro de mi bolso. Salió del probador, yo ya estaba en la puerta de la tienda, se reunió conmigo. Ya estaba cansada.
- Patt, ¿volvemos al hotel?, estoy un poco cansa- le dije.
- Vale, yo también.
Y fuimos hacia el Hotel.

Capítulo 8


Seguimos caminando por la calle, cogidas de la mano. Lleguemos al centro y nos paramos en la entrada a calle Larios, observemos un poco nuestro alrededor.
- Mira Patt, esa plaza que hay ahí se llama Plaza de la Marina - dije yo, señalando hacia la plaza.
- La fuente es muy bonita - me respondió Patt.
- ¿Pasemos por aquí y después nos llegamos? - le pregunté.
- Vale, me encantaría.
Paseemos por calle Larios hasta llegar a la Plaza de la Constitución y nos metimos por una calle, seguimos andando hasta llegar a la Plaza de la Mercé, nos sentamos en un banco, una en frente de la otra, con las piernas cruzadas, saqué de mi bolso una pequeña botellita de agua y bebí un poco, después le ofrecí a Patt y también bebió un poco, cuando terminó la volví a meter en el bolso, miré el móvil y ya eran cerca de las dos, y tenía un poco de hombre.
- Patt ¿tienes hambre? - le pregunté, con una media sonrisa en la cara.
- Un poco sí, ¿Vamos ya a comer? - me respondió ella con esa sonrisa tan bonita.
- Vale, ¿Prefiere Burguer King o McDonald's?
- Mmmmmm..., me gustan los dos, pero prefiero McDonald's, ¿Te aparece? - me respondió mientras me cogía de la mano y entrelazaba sus dedos con los mios.
- Me parece.
Y enseguida me levanté del banco, ella me imitó y me miró a los ojos y me dio un abrazo, ese abrazo era especial, me hacía sentir bien, bueno bien no, genial, nos separamos y empecemos a caminar.
Volvimos a la Plaza de la Constitución y caminemos calle arriba, de vuelta a la entrada de Calle Larios.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Capítulo 7


Trajeron el desayuno, había de todo, tostadas, cruasanes, zumo de naranja, café,...
Desayunemos juntas en la cama, yo solo bebí un poco un zumo y un cruasán, Patt comió tostadas con mermelada de frambuesa y un café, estábamos desayunando cuando me llamó mi madre:
- Elisa, no piensas venir a casa – me dijo.
- Mamá le voy a enseñar a Patt un poco el centro y eso y después comeremos en algún bar o algo – le respondí.
- Vale, ¿llevamos dinero?
- Sí, cogí un poco anoche, antes de salir de casa.
- Después me llamas – me dijo, un poco preocupada.
- Que si mamá, después te llamo.
- No te olvides. Y colgó, no me dio tiempo a decir un palabra más.
Patt me había estado mirando mientras hablaba con mi madre, estaba sonriendo, esa sonrisa preciosa que tiene, esa que tanto me gusta, yo también sonreía, una sonrisa de oreja a oreja, sin duda iba a ser una gran semana, juntas.
La besé y ella me devolvió el beso. Nos levantamos de la cama, salimos de la habitación y nos dirigimos al centro, paseábamos de la mano, bajo aquel sol de verano.

Capítulo 6


Desperté y Patt ya no estaba entre mis brazos, escuche como ruido en el cuarto de baño, me levante de la cama y me dirigí hacia el cuarto de baño, pegué y Patt me dijo: pasa, me iba a dar una ducha, me acompañas. Bueno me da un poco de vergüenza, pero venga vale, respondí yo. Nos desnudamos casi a la vez y nos metimos en la ducha, abrió el grifo y empezó a caer agua caliente sobre su cabeza, el agua le recorría todo el cuerpo, incluido esos preciosos pechos, me encantaba esa chica, era única, tenia algo especial, se aparto de debajo del grifo y ahora era a mi a quien le caía el agua por la cabeza, así y viceversa, terminamos y salí yo primera de la ducha y me rodee con una toalla, después salió ella e izo lo mismo, caminemos hasta la habitación y nos vestimos, mientras yo me secaba el pelo con el secador, Patt pedía el desayuno a recepción, y fui hacia donde estaba Patt, estaba mirando por la ventana, la rodee por detrás con mis brazos y allí nos quedemos hasta que trajeron el desayuno.

Capítulo 5


Llegamos al hotel, subimos a la habitación, ella abrió y paso, después me invito a pasar y pase, solté la mochila y me tumbe en la cama, Patt abrió su maleta y se puso ropa más cómoda, después se tumbo junto a mí. Cerré los ojos y Patt empezó a hablar, pero no la escuchaba, de repente, abrí los ojos y Patt se había quedado dormida, le di un beso en la mejilla y se despertó, me cogió la cara y me dio un gran beso en los labios, abrimos la cama y nos metimos en ella, nos tapemos con la sabana y me abrace a ella por detrás, llevaba mucho tiempo deseando dormir así, abranzandola, sintiéndola cerca, tan cerca, ella cogió la mano y enlazo sus dedos con los mios, le dí un último beso en el cuello y me quedé dormida.

Capítulo 4


Lleguemos a mi casa, pegué en la puerta y enseguida abrió mi hermana, pasemos las dos y se la presente a mi madre.
- Hola, soy Patt, encantada – dijo Patt.
- Hola soy Amelía, la madre de Elisa, igualmente – respondió mi madre, y se dieron dos besos.
- Y yo soy Cristina, encantada – dijo mi hermana.
- Yo Patt, igualmente.
Otros dos besos.
- Bueno vamos a mi cuerto.
La llevé a mi habitación, entró y se sentó en mi cama y yo a su lado, me cogió de la mano y me dice:
- ¿Elisa te puedes quedar a dormir conmigo en el Hotel? Es que me da un poco de miedo dormir sola.
Le sonreí y le dije:
- Le pregunto a mi madre, a ver si me deja.
Salgo de la habitación y me dirijo hacia el salón, le pregunto a mi madre y raramente me dice que si, vuelvo a mi habitación con una gran sonrisa, cierro la puerta y me siento a su lado y le doy un pequeño beso en los labios.
- ¿Eso es un sí? - me dijo.
- Sí – respondí.
Cojo una mochila y meto mi pijama, unas braguitas, un sujetador y mi neceser, la cierro y le digo:
- ¿Vamos?
Se pone de pie y me responde:
- Si estas ya lista sí.
Le doy un abrazo y salimos de la habitación, me despedí de mi madre y nos fuimos hacía la parada.
El bus tardó en llegar unos 10 minutos, estábamos de pie, Patt me tenia agarrada por la cintura, nuestros cuerpos juntos, el tiempo corría muy lento, le dije:
- ¿Patt nos hacemos una foto y se la enviamos a Leo?
- Vale, espera que sacó el móvil.
Saca su móvil y nos hacemos una foto, yo en primera plana y su cabeza sobre mi hombro. Se la enviamos con un mensaje a Leo.
“Hola Leo, por fin estamos juntas, Elisa y yo, aquí nos faltas tú, espero que al final te dejen venir, dos grandes besos, de tus amigas. Te queremos.”
Y pulsa la tecla de enviar.
- Ya está – dice Patt, con una gran sonrisa en la cara.
Vemos como el bus se acerca y nos separamos, subimos al bus, nos sentamos en dos sitios libres y Patt recibe un mensaje.
- Es Leo – me dice.
“Hola Patt y Elisa, al final no me dejan ir, mi hermana se a puesto mala y me tengo que quedar a cuidarla mientras mi madre trabaja, salís preciosas en la foto. Os quiero mucho, un besito desde el norte.
Me lo hace leer y se me escapan una lágrimas, Patt me coge la cara, me seca las lágrimas y me da un beso en los labios.
Casi nos pasamos la parada, nos bajamos y caminemos hasta el Hotel.

Capítulo 3


Seguimos contemplando los patitos como nadaban y se movían, en silencio. Dije:
- Patt y si vamos a dar y una vuelta y...
Me calló con un beso y sonreí, nos separamos y ella me sonrió.
- … y te termino de enseñar esto.
- Vale, me encantaría – dije.
Nos levantamos y dimos un largo paseo por el PTA, la lleve a los aparcamientos y nos subimos en el tejado para mirar el cielo, tumbadas, juntas, unidas, me puse encima suya y empecé a besarla, no podía parar, la deseaba mucho, de pronto me sonrió y me dijo:
- Me encantas
- Tú a mi más – respondí yo.
Seguí besándola, paré cuando me sonó el movíl y me quité de encima, era mi madre.
- Elisa, cuando piensas volver a casa – dijo.
- En media hora estoy allí – respondí yo, y me colgó.
Nos bajamos de de allí y caminemos hasta mi casa, no sabía si ella querría conocer a mis padres.
- ¿Patt te importa si te presento a mis padres? es para que me dejen salir más y eso – le pregunté.
- Vale, aunque me daría muchísima vergüenza – me respondió.
- Entonces perfecto – dije yo.
Seguimos caminando hasta llegar a mi calle.

Capítulo 2


Llegamos al hotel y fuimos a su habitación, me tumbe en la cama, mientras ella ojeaba la habitación, cuando terminó, se tumbo junto a mi, mirábamos al techo y se me ocurrió una idea.
- Oye preciosa ¿y si te llevo al PTA? - dije.
- Vale, me encantaría por fin poder verlo con mis ojos – me respondió.
Dejó allí su maleta y cogió solo su bolso. Nos fuimos a la parada más cercana del bus, por el camino íbamos cogidas de la mano y de vez en cuando nos parábamos y nos abrazábamos, llegamos a la parada y vimos como el bus llegaba, nos subimos y nos sentemos al fondo que había dos asientos libres, por el camino hablemos de muchas cosas, y algún que otro beso se escapaba, nos bajamos en una parada del PTA y la lleve de la mano hasta uno de los lagos, nos sentamos y contemplamos el gran lago y a los patitos que había.

Capítulo 1


Llego el día, el ansiado día, por fin la vería, llevaba tanto tiempo esperando, iba a ir a la estación a recogerla. Me monto en el bus, iba muy nerviosa, muy muy muy muy nerviosa, llevaba mucho tiempo esperando ese día, el día en que nos conoceríamos en persona. Solo nos conocíamos a través de skype o de Whatsapp, muchas conversaciones, muchos secretos... Me bajé del bus y no tardé apenas minutos en llegar a la estación, llegue con 15 minutos de antelación, no me gustaba llegar tarde. Esos 15 minutos se hicieron eternos, no podía estar quieta y por fin empezaron a salir pasajeros, me puse más nerviosa aún, no salía, ella no salía, pero cuando la vi, salí corriendo hacia ella y nos dimos un abrazo largo de esos deseados, de los que no quieres volver a soltarla por miedo de que se valla, nos separamos y de pronto nuestros labios se unieron, no sabía que hacer, me quedé inmóvil, pero enseguida se separaron y yo los volví a unir, esta vez era yo la que daba el beso a ella, sonrío y nos separamos, todos nos miraban, la cogí de la mano y me la lleve a la calle, allí estaríamos más tranquilas, sin mirones. Íbamos paseando por la calle, la iba a acompañar al hotel porque no quiso quedarse en mi casa a dormir, el hotel no estaba muy lejos de la estación. Durante el trayecto se paró y me dio otro abrazo, esta vez más sentido, con más ganas, llevaba demasiado tiempo esperando este momento, ella me había apoyado y me hacía sonreír con un simple Hola o una sonrisa.